Hoy más que nunca resulta una buena idea chequear el costo final de financiar los saldos en tarjetas de crédito antes de tomar la decisición de pagar en forma parcial. Es que tras el incremento reciente de las tasas de interés, se disparó a niveles superiores al 100%.
Así lo advierten desde Deloitte. «Si el año pasado las tasa nominal anual se ubicaba en el 40%,ahora el piso es del 60%, un porcentaje que va en aumento en la medida que persista la expectativa de inflación. No hay que olvidar que se espera un índice de precios en 6% para abril», detalló Daniel Vardé, socio de Deloitte Líder de FAS (Financial Advisory Services).
A su vez, el especialista aclaró que «ese 60% termina siendo más de un 80% y hasta 100%cuando la tasa es efectiva y se le agrega el IVA, seguro de vida y gastos administrativos».
Así es como un informe de Deloitte remarca que los costos pueden ser de 7% a 8% mensual. La consultora explica que si bien la mayor parte de las entidades bancarias cobran una tasa del 55% anual, ese número termina derivando en una tasa de entre 70% y 80%, siendo uno de los casos extremos el del Banco Popular del Neuquén, que llega 104%.
«El medio más popular de respaldo crediticio de las familias argentinas se tornó así, en los últimos meses, en el más oneroso para las finanzas personales«, destacó el estudio.
Sin ir más lejos, semanas atrás trascendió el incremento de las tasas que cobran las empresas de tarjetas de créditos por los planes de cuotas, una suba que llegó a ser de hasta 5 puntos y que llevó a la tasa de financiación en 12 cuotas al 58%.
Desde febrero que el Banco Central (BCRA) mantiene las tasas de las Lebacs cercanas al 40%, una política que según el propio presidente de la entidad, Federico Sturzenegger, mantendrá hasta tanto no se perciban «señales inequívocas de una merma en los niveles de inflación».
Bajo esta situación de tasas altas, nuevos precios y un sueldo que no alcanza, el consumidor que no suele pagar el saldo total de la tarjeta de crédito al vencimiento tiene dos alternativas: deja de consumir y cumple con el total de lo adeudado por temor a pagar mucho interés, o no completa el pago total porque no puede hacerlo.
«Es muy difícil medir qué comportamiento prevalece más hoy, porque con tasas altas hay gente que va a cancelar más saldo, cuando antes no lo hacía, y otros que tal vez sí pagaban ahora no pueden hacerlo y optan por el revolving. En el neto puede no haber ningún efecto y sin embargo cambiaron los comportamientos de cada consumidor», comentó una fuente del rubro tarjetas que pidió no ser citado.
En sintonía, Vardé sostuvo: «Históricamente, con tasas más altas, se reduce el consumo y se piensa dos veces qué es lo realmente necesario. También sucede que algunos consumidores destinan cualquier excedente a la tarjeta para evitar los nuevos costos».
Al cierre de cada ciclo, las tarjetas de crédito hacen un balance e informan al cliente dos posibles pagos, el mínimo, que vendría a ser el importe necesario para que el plástico se mantenga activo, o el total, para no pagar intereses de financiación ni punitorios. Cabe aclarar que los intereses varían según el importe que se deja adeudado y por la cantidad de días que pasan desde el vencimiento hasta que se cumple con el pago.
La fórmula del pago mínimo está relacionada con el nivel de ingreso, el historial crediticio y el límite del crédito. A la vez, cada banco tiene una composición específica según sus tarjetas.
En tanto, se entiende como revolving no solo cuando se paga el mínimo sino cuando se paga después del vencimiento el resto del saldo, sea una parte o lo que restaba para completar el pago total.
Para Mariano Otálora, director de la Escuela Argentina de Finanzas Personales, «quien paga el mínimo no mira la tasa, no sabe lo que paga de más o simplemente no puede hacer otra cosa».
No obstante, dijo que entre el 60% y el 70% de los consumidores cubre el saldo total. Es que se estima que un 40% hace revolving, del cual menos de 10% paga solo el mínimo.
Al respecto Otálora subrayó: «Si sistemáticamente se deposita solo el mínimo, la deuda se termina de pagar en 15 años. Sobre el final serán centavos, pero de todas formas, son 15 años al menos. La gente no se da cuenta de cuánto termina debiendo y por lo tanto, lo que terminan pagando».
Por otro lado, hay que tener en cuenta la estacionalidad. El experto en la materia que pidió no ser nombrado expresó que en época de vacaciones de verano, es decir en enero, febrero y marzo, «es común que la gente gaste de más y haga revolving».
Asimismo, Vardé recordó que poco antes del cambio de gobierno, y con el cepo todavía en vigencia, muchos argentinos aprovecharon para sacar pasajes en varias cuotas, lo que explica también que las tarjetas de los consumidores «estén más cargadas». De todas formas, siguen siendo recomendables las compras del Programa Ahora 12 y las cuotas sin interés.
¿Cómo se conforma el pago mínimo?
Si bien cada banco decide la forma de cálculo, en líneas generales los parámetros son los siguientes:
Se toma el 5% de los saldos financiados y consumos del período en hasta 3 cuotas. A ello se suma el 50% de consumos en planes de 4 a 12 cuotas y el 100% de gastos administrativos, intereses de financiación, comisiones, impuestos, adelantos en efectivo y consumos del periodo en 13 o mas cuotas.
Si el saldo resultante de la formula anterior, es mayor al limite de financiación, el pago mínimo exigido será el saldo actual menos el limite de financiación
Difícil de entender pero aún más complicado de pagar. Es por ello que los expertos consideran que para evitar que se genere una «bola de nieve» o se limite el consumo o, lo más aconsejable, se pague el 100% de la cuenta.
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